En julio de 2006, el voluntario Eddy Veldhuisen empezó a jugar al fútbol con niños de la calle en ‘la ciudad de la eterna primavera’, Medellín, Colombia. Con el tiempo, un gran grupo de niños se unió y luego llegó la pregunta:

‘Podríamos jugar fútbol en una competencia oficial?’
‘Voy a hacer todo lo posible para ello, pero luego quiero que se inscriban en un hogar y vayan a la escuela’.

La mayoría de los niños estuvieron de acuerdo y así, en 2007, empezamos con un equipo de niños y otro de niñas en una competencia oficial.

El impacto de las actividades futbolísticas fue enorme. La peligrosa vida en las calles se cambió por un aula. En lugar de sobrevivir en la calle, los niños se preocupaban más por el próximo partido.

‘Contra quién tenemos que jugar el sábado?’.

Los niños le decían regularmente a Eddy que soñaban con convertirse en futbolistas profesionales.

‘Eso es posible, pero hay que esforzarse. Ser puntuales, trabajar juntos, etc.’.

Estaba claro que estábamos marcando la diferencia para estos niños y esto nos motivó a querer ayudar estructuralmente. La consecuencia lógica fue la creación de una Fundación en Holanda en enero de 2008 y la Fundación Caminos en 2009 con el objetivo de ofrecer a los niños, desfavorecidos por la pobreza, la violencia, el abandono, el acoso sexual y la adicción, la oportunidad de labrarse un futuro mejor.

Desde entonces, la fundación se ha desarrollado enormemente, gracias al esfuerzo de buenos empleados y voluntarios. Los mismos voluntarios que desde entonces trabajaban para la fundación en Medellín siguen activos desde Holanda, en estrecho contacto con los colaboradores de Medellín.